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“No se que estudiar” (lo que debes saber)

Hay momentos complicados en la vida de todo estudiante.

Momentos de estrés, de ansiedad, de preocupación por el futuro…

Vivimos muchos de esos momentos a lo largo de nuestra vida, y para muchas personas uno de esos momentos es elegir el camino que van a coger después de hacer bachillerato.

Es un tema extremadamente complejo y complicado del que se escribe con más ligereza de la que se debería.

Lo primero que quiero decirte es que sé cómo te sientes.

Aquí donde me ves, yo hace no tanto tiempo me encontraba en una situación muy similar.

Había acabado bachillerato, estaba preparándome para la Selectividad y aún no había decidido que iba a hacer después.

Estaba muy perdido, es cierto que si tenía pensado alguna cosa, pero no había decidido nada.

Veía a mis compañeros que parecían tenerlo todo claro desde el minuto 1 y a los pocos que no lo tenían decidido no parecía preocuparles.

Realmente fue una etapa complicada para mi. “Tienes que pensarlo bien, es la decisión más importante de tu vida Mario”, me decía día tras día.

Quería cumplir con las expectativas de mi familia pero también hacer algo que me gustara, tenía sueños y expectativas como probablemente muchos de vosotros.

Elegir siempre es complicado y mucho más en esta ocasión.

Por eso hoy os quiero hablar como si me estuviera hablando a mí.

Contaros lo que a mi me hubiera gustado que me dijeran cuando estaba en vuestra situación.


¿Cómo saber que estudiar?

He hablado con mucha gente sobre este tema, y siempre que encuentro a alguien con este problema se debe a dos posibles motivos.

 No ha encontrado tu pasión.

 Sí ha encontrado tu pasión pero crees que no puedes vivir de ello.

¿No me equivoco, verdad?

Al igual que tú yo también tuve uno de estos problemas. De hecho, muchísima más gente de la que te imaginas.

“No me apasiona nada”

Es totalmente normal que a los 17 o 18 años no sepas exactamente a que quieres dedicar tu vida.

Yo no lo sabía.

Me gustaban algunas cosas, pero ninguna de ellas era mi pasión.

Pensaba en el futuro y no me veía trabajando de nada que pudiera llenarme como persona.

Fue uno de los momentos más duros de mi vida.

Verme en 2º de Bachillerato obligado a tener que estudiar y sacar buenas notas sin ni si quiera motivación porque no sabía que estudiar fue realmente horrible.

Fue en ese momento cuando decidí que esto se tenía que acabar, que tenía que encontrar mi pasión, sí o sí.

Estuve todo un año perdido, leyendo sin parar, pensando y probando cosas nuevas…

Hasta que poco a poco me daba cuenta de a que quería dedicarme.

Encontré mi pasión.

Explicar aquí como fue todo el proceso y como he ayudado a más gente a encontrar su pasión se haría interminable.

Pero si eres una de esas personas que como yo aún no ha encontrado su pasión, te encargo que leas el artículo en el que explico como encontré mi pasión.

Es algo que realmente creo que te puede ayudar mucho.

“Salidas profesionales y dinero”

“Me gustaría bastante estudiar esta carrera, pero mis padres me han dicho que no tiene muchas salidas”

Hoy en día pocas cosas me encogen tanto el estomago como que me digan que no se van a dedicar a su pasión porque “no tiene salidas”.

Elegir que estudiar porque tiene más salidas o porque vas a ganar más dinero es como elegir la casa en la que vas a vivir por el color de la puerta.

No tiene ningún sentido.

Aunque ahora te parezca que no, os puedo garantizar que el dinero no da la felicidad.

Ni mucho menos.

¿Crees que merece la pena estudiar algo que no te gusta para luego dedicar gran parte de tu vida a trabajar en algo que detestas solo para conseguir más dinero?

¡¿De que te sirve todo el dinero del mundo si luego vas a estar una gran parte de tu vida amargado?!

Mucha gente me dice: “No, Mario, pero es que mi pasión es la música, no puedo vivir de la música…

Permíteme que discrepe.

Una cosa es que ser millonario siendo cantante sea algo extremadamente complicado y otra muy distinta que no se pueda vivir de la música.

Hace tiempo conocí a Jesús, un hombre apasionado de la música que trabajaba dando clases en una academia de música y dando algún concierto de vez en cuando.

Nos hicimos bastante amigos y un día le pregunté que si había trabajado siempre como profesor de música.

El me contestó que no, que aunque siempre quiso dedicarse a la música pensó que sería mejor estudiar alguna otra carrera como Derecho.

Así que Jesús estudió Derecho y trabajó como abogado en un despacho muy bueno, con el que ganaba bastante dinero pero en el que era infeliz.

Se dio cuenta de que no podía vivir alejado de la música, tal vez no conseguiría ser una estrella del rock, pero sabía que de un modo u otro necesitaba dedicarse a la música

Me dijo que llevaba al rededor de 5 años trabajando como profesor y que nunca había sido tan pobre, pero tampoco tan feliz.

Esto que os cuento le pasó a Jesús con la música, pero conozco a mucha más gente con pasiones muy diferentes a los que les ocurrió lo mismo.

Si te apasiona algo de verdad, te va a dar igual el dinero que ganes, porque vas a sentir una felicidad día tras día que ni con todo el dinero del mundo podrías comprar.

“Elige un trabajo que te apasione y no tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida”

Confuncio

¡Equivocarse en normal!

Actualmente en España existen más de 300 posibles grados y dobles grados universitarios y casi otros 300 ciclos medios y superiores. Eso sin contar centros de arte, conservatorios o formación alternativa.

¿Creéis que es normal que los alumnos sepan que elegir con seguridad?

Pues claro que no.

Puedes incluso tener claro a lo que te quieres dedicar y equivocarte a la hora de elegir que estudiar.

Un ejemplo que suelo poner es de otro amigo mío llamado Alejandro:

Desde pequeño le había fascinado la informática, los ordenadores y todo lo relacionado con ellos.

Decidió que para llegar a dedicarse al mundillo debería de estudiar ingeniería informática así que se hizo Bachillerato y consiguió entrar en la carrera.

El problema es que aunque Alejandro tenía claro que su pasión era dedicarse a la programación tenía la sensación de no estar aprendiendo nada.

En el segundo año de carrera encontró buscando en internet que en su misma ciudad existía la posibilidad de hacer un grado superior de programación, así que decidió dar el salto, dejar la carrera y meterse en el ciclo.

Cuando hablo con Alejandro sobre ello siempre me dice que fue la mejor decisión de su vida.

Ahora mismo trabaja de programador.

Con esto lo que quiero haceros ver es que a veces, aunque tengáis muy claro lo que hacer, no pasa nada si creéis que no habéis tomado el camino correcto y decidís cambiar.

Y no hay nada de que avergonzarse.


Conclusión

Elegir que estudiar es una decisión muy difícil.

Pero es una etapa por la que todos debemos de pasar.

Mi recomendación es que hagas lo que más te guste, sin importar las salidas o el dinero si es lo que te llena.

Y que si después de unos años descubres que no es lo tuyo, no te preocupes.

Hay muchísima que por la presión de su familia o su entorno terminan estudiando algo que no es lo que les llena, y luego creen no poder salir de allí.

Sé valiente, porque tu vida es tuya y de nadie más.

Y si estás dudando entre si hacer lo que verdaderamente te gusta o algo que crees que tiene más salidas, imagina lo que pensarás cuando tengas 90 años y mires hacia atrás.

No pienses en no equivocarte, piensa en dar lo máximo de ti e intentarlo.

Porque si no lo intentas cuando seas mayor tendrás una espinita clavada de “¿y si lo hubiera intentado?”.

Independientemente de si sale bien o mal, te mereces no quedarte con la espina.

Eres joven, si no lo intentas ahora, ¿cuando?.

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